LA HABITACION
Mientras
En otro lado
Otra vez se volvía a iluminar
La habitación,…
Pero no quiso saber más
Y cerró la entrada
Para construir la flor de piedra
Que le toco el alma
Donde
El aire ya no volaba….a su alrededor
El café ya no calentaba….su interior
El ya no reía
Solo una caja de circuitos
Hacia el efecto hipnótico
Pero a pesar de eso
La habitación…era de hueso
Hasta que se lo llevo Morfeo
Y lo introdujo al nuevo universo
Donde aprendió que las piedras
No se mojan por dentro
Pero una gota
Si sale desde dentro
Quedándose desde entonces
Despierto
Y con la habitación abierta
© carlossipan
La Quillalla
Una tradición que se extingue
Ancash – Perú
Hacia el año 1962, la generación de pobladores autóctonos y migrantes de las zonas altas de sierra central del Perú pasaba por varias metamorfosis de contexto social- cultural, hecho que marca una evolución generacional y cambio de actitud ante el gamonalismo que existía ya desde el siglo XIX.
Una expresión que reflejaba el interés de hacer escuchar su voz ante una sociedad retraída quizá por un nivel social jerarquizado, dentro de un tumulto de interés económicos, donde la interculturalidad no es un objetivo sino una condición.
Existe una tradición que data de siglos anteriores las cuales enfatiza la necesidad de mujeres desamparadas; como cuenta la historia de los cronistas, las comunidades andinas vienen siendo autónomas en su organización ya que los terrenos agrícolas eran alquilados anualmente por los comuneros, quienes correspondía a los varones el trabajar la tierra para aprovecharla, esto en el caso de las familias con una tradición muy semejante al Ayllu, en este caso la disyuntiva recaía sobre las mujeres sin pareja a las cuales por la dificultad de pagar estos tributos acerca de las tierras se comprometían a participar de la “Quillalla”
El término “Quillalla” deviene de sonoridades fonéticas quillallay, quillallay que significa: en este tiempo o ahora,